«Mithrandir entre los elfos, Tharkún para los enanos; Olórin era en mi juventud en el Oeste que nadie recuerda, Incánus en el Sur, Gandalf en el Norte; al Este nunca voy.»

He estudiado diversas ramas del conocimiento a lo largo de mi vida: idiomas, literatura, programación, marketing, finanzas, etc. Ninguna ha sabido cautivarme cómo los mercados financieros, específicamente el análisis técnico de los mismos.

Los gráficos con sus bellos fractales evocan en mi una fascinación fuera de lo cotidiano. Los patrones, fractales, coeficientes, figuras, bloques, puntos y velas me recuerdan a un sistema armonioso, un mundo de posibilidades y probabilidades, el cuál excede a la imaginación más abyecta y proyecta, carente de susceptibilidades nuestras emociones más íntimas.

El trading es subjetivo, por tanto, me gusta pensar en los gráficos cómo un reflejo impávido de nuestro ser. Tradear no es solamente comprar o vender un activo, es aprender a comprenderse a uno mismo, y en el proceso, volverse alguien mejor.

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